Miguel
Hernández (Orihuela, 1910-Alicante, 1942) ha sido de los pocos poetas del siglo XX en España con
una trayectoria literaria evolucionista, debido al consecuente cambio de su
pensamiento simbólico e ideológico. Es por ello que a lo largo de sus poemas se
puede apreciar la maduración psicológica del ser humano, desde su infancia
pastoril y religiosa, a una cosmovisión progresista comprometida con la vida
política.
Durante
su infancia, en Orihuela, Miguel Hernández vivió atado a la naturaleza,
principalmente a la vida pastoril heredada de su familia, cuidando el rebaño
desde las primeras horas de luz hasta el anochecer. Su etapa escolar se
desarrolló en las escuelas del Ave María , centro distinguido por la elección
de alumnos distinguidos, siendo entre estos excelente y destacado. Sin embargo,
su bagaje escolar solo duró cinco años cuando su padre lo aparta de los
estudios para que se dedique a un único fin: la vida en el campo. Durante sus
prolongados pastoreos desarrolla sus capacidades literarias leyendo, y sobre
todo escribiendo lo que observa. Es por ello que su primera etapa como poeta trata
de un mundo basado en lo humilde y cotidiano, esencialmente en la naturaleza.
Además una expresión religiosa sublima en sus trabajo, debido a los valores
católicos que había adquirido en sus años de escuela. Destaca su primera obra Perito en Lunas, de 42 poemas de octavas
reales, en los que se observa una poesía pura, de influencia vanguardista, y en
verso libre y experimental.
Hacia
el año 1935 el poeta abandona su pueblo natal trasladándose a Madrid, en el que
comenzará un nuevo período como persona y poeta. Por un lado, su literatura se
verá reflejada en un mundo introspectivo y en presencia del amor, en el que la
amada es idealizada y presentada como una causa de sufrimiento para el poeta. El Rayo que no cesa fue la obra más
destacada durante su etapa amorosa y existencial, en la que también se puede
ver la influencia de su amigo Ramón Sije, un vecino oriolano muy cercano a su
vida personal y profesional.
Vientos del Pueblo, de Miguel Hernández/ IRENE MIRA |
El
inicio de la Guerra Civil, hizo que Miguel Hernández se decantara por el bando
republicano, abandonando esos principios conservadores para adentrarse en una
nueva clase social que reivindica sus derechos: el pueblo trabajador. A partir
de ese momento, abandona la poesía pura de antaño e inicia una poesía impura
acompañada de las primeras protestas sociales en defensa de la libertad y los
valores humanos. Vientos del Pueblo y
El Hombre Acecha, son obras en las
que se fundamenta su compromiso político en experiencias cotidianas, vividas y
sufridas por él y los suyos. Durante esos años el autor cree necesario
convertir el arte en un arma de combate y en un instrumento útil para mantener
bien alta la moral del soldado. Es así como cultivará una poesía de propaganda
que paseará por las trincheras, revistas y radios republicanas. En Vientos del Pueblo, denuncia las
injusticias y se solidariza con el pueblo oprimido. El Hombre Acecha por su parte, muestra el tormento por la
muerte colectiva que acarrea la guerra, y por sus heridos y presos.
Con
la pérdida del bando republicano, el poeta finaliza su vida en la cárcel, en
donde escribirá su último poemario, Cancionero
y Romancero de Ausencias. Manuscrito que dejó en manos de su mujer
Josefina. Durante su etapa carcelaria, el poeta interioriza la Historia
destruida y se somete a un momento de intimismo y serenidad evidentes de su
madurez, en el que siente la destrucción personal, el aislamiento y la ausencia
de su amada e hijo, hasta su fallecimiento en 1942.
Bibliografía
ANTOLOGÍA POÉTICA. Antología poética, Miguel Hernández. Ed: AUSTRAL. 2010
ALGÚN DÍA EN ALGUNA PARTE. Imprescindibles - Miguel Hernández (Primera Parte). 4 agosto, 2015. https://www.youtube.com/watch?v=RnzP1teSI98
ALGÚN DÍA EN ALGUNA PARTE. Imprescindibles - Miguel Hernández (Segunda Parte). 4 agosto, 2015. https://www.youtube.com/watch?v=M8NVcL2-zrc
DD.AA. Lengua castellana y literatura 2 bachillerato. Ed: Oxford, Madrid.
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